Estás viendo mi blog,SÍGUEME | BLOGGER.
Happiness In A Breath


Entradas | Perfil | Chat

viernes, 11 de octubre de 2013
Ya ha llegado la hora.

Llega un momento en la vida en el que te das cuenta de que todo aquello que te hace feliz está bien para ti, pero no siempre fue así.
En algún momento las cosas se torcieron, y pudieron llegar a herirte. 
Pero ignorar aquello que te perjudicó es inútil, es como decir que sólo puedes vivir de lo que te hace feliz, o como pasar tus días pensando sólo en el presente como si el pasado no tuviera nada que ver en él.

Si estás leyendo esto, va dirigido a ti, seas quien seas.
Cometí fallos, como la que más.
Tú también tuviste tus errores.
Es normal, somos humanos.
Nuestra vida se basa en los tropiezos
que nos ayudan a levantarnos para seguir avanzando.

Es cierto, es posible que en algún momento,
alguno de estos obstáculos me dejaran estancada,
porque así lo quise yo. 
Pero, aún ahora, que me considero muy feliz con lo
que tengo, sería una gran contradicción decir que
sigo adelante sin ningún problema cuando he esquivado
esa piedra en lugar de reconocer que me hizo caer en su momento.

Me hiciste daño,
¿te hice daño?
No lo sé.
Y mentiría si dijera que no me importa,
tanto si lo hice como si no, 
porque lo que estoy intentando decir es que 
ya no le veo el sentido a jugar a borrar una parada
de mi camino.

Al fin y al cabo, esa parada, aunque
me haya pasado este tiempo pretendiendo que
nunca existió, me ha ayudado como la que más a
llegar a uno de mis destinos,
en el que me encuentro ahora.

Antes de nada, yo debo disculparme.
Sé que lo he hecho antes, pero nunca fui tan sincera.
Y así mismo, también te perdono a ti.
Porque a lo que intento llegar es a que,
si de verdad quiero seguir adelante,
debo arreglar aquello que me impidió hacerlo
en su momento, y no pasar de largo sin más.
No por ti, 
si no por mí misma.
Porque el haberte conocido realmente fue importante.
No por nosotros,
si no por ti y por .

¿Sabes por qué lo digo?

Puede que nunca fuéramos los mejores.
Puede que lo que teníamos no fuera real.
Pero, desde luego, ocurrió por algo.

Y si tuvo que pasar,
agradezco que así fuera.

Nuestros caminos se cruzaron,
pero estaba muy claro que iba a ser 
tan solo por un momento.
Porque, al separarse, nos llevaron
a lo que hoy nos hace felices.
Y, ¿sabes qué?
Pese a nuestras diferencias,
o nuestros rencores,
hoy me importa que seas feliz.
Porque yo lo soy,
y, créeme, ojalá todos
pudieran experimentar lo que yo
siento tan adentro.

Y por más veces que tú
me hayas echado a patadas de tu vida,
y por más que yo lo haya provocado,
e incluso, en algún momento del camino,
deseado para poder avanzar,
esa no es la solución.

Quiero aceptar que formaste parte,
aunque pequeña,
de lo que soy hoy.
No espero que tú lo aceptes,
ni mucho menos saber de ti,
pero yo sí que deseo olvidar
el rencor, el dolor, incluso el
odio si existe, todo aquello que
aunque hoy no me preocupe,
ayer lo hizo, y considero inútil que
siga sin ser zanjado.
Porque pienso que de este modo,
aunque no haya un apretón de manos
ni una firma que verifique que está arreglado,
si yo lo dejo aquí por escrito y por mi parte lo
considero como tal, sé que por fin,
pero de verdad, y racionalmente, aquello que fuimos
no será nunca más una piedra en el camino.

Y eso es lo que deseo.
No siempre lo deseé, más bien,
cuando todo se torció,
ansiaba borrarlo, como si nunca
hubiera ocurrido.
Pero a lo largo del camino,
conociendo a quien hoy más amo
aquí en la Tierra, 
me he dado cuenta de que
gracias a que terminara,
gracias a que me empujaras a una nueva vida,
y a nuevas experiencias,
pude llegar a él, así como a nuevos amigos,
y sobretodo, a esas nuevas experiencias.
No puedo agradecértelo personalmente
porque realmente no fue tu intención,
ni sabías qué iba a ocurrir.
Yo tampoco.
Pero ahora que lo he vivido, de ningún
modo puedo agachar la cabeza y preguntarme
qué habría pasado de no haberse separado nuestros caminos.

Porque ha sido lo mejor para ambos.
Tú eres feliz, y has conocido a quien amas.
Yo también he conocido a mi alma gemela.
Aunque esta no es una entrada que vaya a relatar
lo bien que me siento a su lado, es así, y sí,
soy feliz.

Y sí, me alegro de que tú también.
Es lo que yo quería en el pasado,
que fuéramos felices.
Y fíjate, 
aunque no fue estando juntos,
lo conseguimos.

Ahora que lo he dicho,
que he podido expresar que sin ese obstáculo
no estaría donde estoy hoy,
que de no habernos separado,
de seguro que mis pasos no me habrían guiado
a donde me encuentro hoy,
no habría podido enterrar esa parte de mi vida sin 
hacértelo saber a ti también de alguna manera.

Me da igual lo que yo sea para ti,
o lo que consideres a día de hoy que fui.
Me da igual si ahora piensas que no tuve importancia,
pero al menos yo he encontrado un modo indirecto 
de enmendar el error que cometí al pensar que una 
parte de mi vida fue un error. 
No es exactamente una disculpa hacia ti,
ni un tratado de paz,
no deseo nada de eso.

Es más bien una carta al viento,
al universo,
un agradecimiento,
el consentimiento
que me doy a mí misma
de poner mi vida en regla,
de olvidar el pesar y regocijarme
de la alegría que experimento hoy.
Pues, sin esas heridas, no podría
seguir adelante.
Y las admito,
admito las heridas,
admito el dolor.
Y sólo me quedaba enmendarme contigo,
hoy,
que sé quién soy por fin,
ya puedo seguir adelante sin sentirme culpable
ni sentir que hay algo que he dejado sin arreglar.

No contigo,
si no conmigo.
Ya ha llegado la hora
de decir adiós por fin,
ya no a los sentimientos
que un día tuve,
si no simplemente al vacío
que queda entre nuestros caminos,
cuando realmente esos caminos
forman los que seguimos hoy.

Y por fin puedo alegrarme,
pues en mi vida ya no hay cabida
para lo que ese suceso un día fue,
si no simplemente para la puerta que
abrió en mi vida.
Eso es lo importante.

Y ahora que me he quitado un peso de encima,
sean cuales sean vuestras críticas, vuestras intromisiones,
vuestros pensamientos hacia esto,
yo me siento mejor conmigo misma.
Ya puedo respirar tranquila y sin la carga de no haberme
disculpado como es debido, o la de haber ignorado algo 
que hoy tiene mucho que ver con lo que me importa,
y sé que. gracias a admitir, aunque
sólo haya sido esta vez, que un error en mi pasado
es hoy una victoria, a partir de hoy nuestra felicidad,
 como hasta ahora, no hará más que aumentar y aumentar,
mi amor.


Ya no hay oscuridad,
ni resentimiento,
hoy que puedo decir que
ya no significa nada ese vacío,
porque sólo hay luz en mi vida,
y aunque en su día no la hubo,
no me arrepiento de
las trabas que formaron mi camino,
pues hoy esas mismas son halos de luz
que, al haber sido superados, iluminan
nuestros pasos.


0 leyendo
Entradas Antiguas | Entradas Recientes
Template by Puffnuts. Background by FPA and icons by Applepine.