jueves, 12 de abril de 2012
Dolor
Sentada en la penumbra, un dolor inexplicable me penetraba el pecho, como un cuerpo extraño extendiendo sus oscuras garras para abrirme desde dentro y salir. Y deseaba que saliera, deseaba con todas mis ganas que ese dolor punzante y pesado desapareciera de mi ser, y me dejara tranquila. De alguna manera, cuando pasó cierto tiempo y ya no podía reprimirlo mas, ese dolor salió, en forma de lágrimas. Sentía como con cada lágrima deslizada mi maquillaje desaparecía, dejando en mi cara las manchas de la tristeza. Un rastro inconfundible de que algo iba mal. Y teniendo en cuenta el mar que se estaba formando en mi cara, era que iba muy mal. Sus palabras, intentando tranquilizarme, diciéndome que soy perfecta, que ella no se compara a mí, que me eligió a mí y que me ama. De alguna manera, no termino de creérmelo. No sé si es el poco amor que siento por mí misma que me impide pensar que de verdad alguien pueda amarme y pensar que soy perfecta. Y más aún me cuesta creer que me prefiera a mí queriéndola a ella como la quiere. Por enésima vez en mi vida deseo ser otra. Deseo salir de mi cuerpo y dejarlo inerte bajo tierra por la eternidad, como si Caterina jamás hubiera existido, y que mi alma jalara el cuerpo precioso e inocente de esa niña de tierna sonrisa, a la que tanto odio y admiro a la vez.Nadie se daría cuenta de que ya no estoy. No dominaría el mundo con mi nuevo cuerpo, pero mi mente quiere pensar que dominaría el corazón de mi amado, ya que con mi ser no es suficiente, o al menos, diga lo que diga él, yo siento que es así. Muchas cosas en esta vida me hacen plantearme mi existencia. Me gustaría que mi vida se evaporara en forma de sangre, pero sería algo egoísta y cobarde, sé que en el fondo soy lo suficientemente fuerte como para seguir adelante, pero no quiero, no tengo ganas de hacer nada. Me siento insignificante, más pequeña de lo que ya soy en este gran mundo. Me siento inútil, insuficiente, nunca seré perfecta como él dice que soy, nunca mereceré ser amada, porque no soy nada. Como mi modelo a seguir me dijo dos noches atrás, no tengo amigos, para ellos soy "la hermana de su amiga", así que con el amor es lo mismo, solo soy "la sustitución de su hermana de sangre". O así lo veo yo, y me digan lo que me digan, así lo veré siempre. Porque siento que mi corazón está encerrado en un pequeño bote de cristal, ahogándose, sin que nadie lo reanime, y que está por romperse en cualquier segundo...
Etiquetas: Sentimientos
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